Considero perdido mi viaje a España

En octubre del 2011 contacté con una agencia de viajes que se dice llamar CTURMEX (Consorcio Turístico Mexicano, S.A de C.V), con domicilio en Boulevard Adolfo Ruiz Cortínez 718-B col. Rinconada Coapa Primera Sección,  porque aparentemente contizan vuelos a muy buen precio. En realidad, eso hacen, cotizan, sólo cotizan los vuelos, porque después no entregan los boletos. Planeaba ir a Europa durante el verano, por eso, traté de comprar boletos de avión con mucha anticipación. Esperaba tener todo listo e ir reservando con tiempo todo lo necesario. Así fue como le pagué a Gabriela Martínez Burgos dos pasajes México-Barcelona, para el día primero de julio, es decir con más de seis meses de antelación. Los 22,107 pesos que me costaron los pagué de la siguiente manera: 2,107 pesos en efectivo y 20,000 con tarjeta de crédito a favor de una compañía llamada Comercializadora Internacional, ubicada en Pera de Verdinal 184.
Por correo electrónico recibí un itinerario de Iberia que me dejó satisfecho. Entonces, cometí el error de darle a mi madre los datos de la agencia CTURMEX para que adquiriera un viaje familiar en Diciembre. También ella, recibió un itinerario y planeo sus vacaciones a Los Cabos. La sorpresa cuando mi familia trató de inciar sus vacaciones, y, a llegar al aeropuerto, en la ventanilla de Aeroméxico les dijeron que, tales reservaciones NO EXISTÍAN. Las reservaciones se hicieron, pero el titular de la tarjeta de crédito con la que se pagaron los boletos, desconoció el cargo. Obviamente, mi madre se las ingenió para conseguir una copia de su estado de cuenta y mostrar a los empleados de Aeroméxico que ella había pagado los boletos. La explicación fue: Usted pagó los boletos a una agencia, esa agencia NO pagó los boletos a Aeroméxico. Por lo tanto, las vacaciones a Los Cabos se perdieron, y Gabriela Martínez Burgos no hizo nada por conseguir un segundo vuelo o resolver alguna parte del problema.
Enterado de esto, me preocupé por mi vuelo a Barcelona. Llamé a Iberia para cotejar el estado de mi reservación y en Iberia me dijeron algo similar. La reservación se hizo, pero después fue cancelada. Hablé con Gabriela Martínez y me dijo que no me preocupara. Me explicó textualmente que "los boletos los expide un robot, y que como falta mucho para tu viaje, el robot aún no los saca". Me sentí en la Guerra de las Galaxias, y asumí que la alevosa agente de viajes, no sabía que yo, a diferencia suya, sí entiendo cómo funciona un robot informático. "Si se van a tardar en expedirlos" le dije " entonces, devuélveme mi dinero". Puedo entender una política de no reembolso cuando el producto ha sido entregado, pero en este caso, mi reservación (el producto en cuestión) NO EXISTE, NO ME FUE ENTREGADO, Tengo derecho a pedir que se me devuelva el dinero ¿no?
Gabriela Martinez, en cambio, me mandó nuevamente mis "confirmaciones" y mi "itinerario" por correo electrónico. Lógicamente, volví a llamar a Iberia, y como era de esperarse me enteré que nuevamente, las recientes "confirmaciones" eran inexistentes".
Mientras tanto, mi madre, después de muchas llamadas y amenzas, consiguió que, si no se le iba a devolver el dinero, se le compesara con un viaje equivalente. Ella, y mi familia ya no podían viajar. CTURMEX ya les había arruinado su temporada vacacional, pero podían cederle el viaje a unos parientes. Estos lo tomaron y claro, dos de los tres pasajeros pudieron subir al avión. El tercero, no. El argumento: claro, el boleto de la señora no ha sido pagado. Los otros dos suben al avión en lo que CTURMEX dice que resuelve el problema y cuando aterrizan en Baja California Sur, la policía se les acerca y les dice que no pueden salir del aeropuerto, porque, mientras volaban, la tarjeta de crédito con la que se supone con los boletos fueron pagados, se reportó como robada. Mi madre, desde la Ciudad de México tiene que comprar boletos nuevos para que sus parientes puedan seguir con sus vacaciones.
El dueño de la agencia CTURMEX se llama Daniel Santibañez. Tengo varios números telefónicos donde le he dejado innumerables mensajes. El señor, cubano por cierto, nunca está. Sólo una vez logré hablar con él. Fue por una equivocación porque se reportó a mi casa (desde la que yo le acababa de marcar) creyendo que era el número de alguien más. En esa ocasión me prometió que averiguaría lo que estaba sucediendo y que se reportaría conmigo el siguiente lunes. Muchos lunes han pasado desde entonces, y hasta ahora sólo he podido hablar con la tal Gabriela Martínez Burgos quien me prometió que para mayo, seguro tendría yo mis boletos. Sobra decir, que no le crei, y que, por lo tanto, la antelación con la que quería preparar mi viaje está por completo perdida. No puedo reservar hoteles, ni traslados en Europa porque, temo que sea dinero bueno metido al malo. 
La última vez la la agencia me aseguró que "para finales de mayo" estarían las confirmaciones. No estuvieron y yo sé que no estarán. Mi viaje de verano se ha perdido y ahora estoy buscando maneras de inciar acciones penales contra ambos personajes. El motivo de este blog es advertir a cualquiera que pretenda adquirir productos y servicios con CTURMEX, Consorcio Turístico Mexicano NO LO HAGA. La empresa es un fraude, se trata de una compañía de estafadores.